Para ver lo que hace en la oscuridad, utilice una linterna con luz roja en lugar de luz blanca. La luz roja no influye en la adaptación de sus ojos a la oscuridad del modo que lo hace la luz blanca. Una linterna con una luz LED roja es ideal. Una luz tenue es mejor que una luz muy luminosa.
Tenga presente que la iluminación cerca de jardines, farolas y los faros de los coches puede influir de manera negativa en su visión nocturna. ¡Cierre los ojos cuando oiga un coche acercarse a su lugar de observación!
Selección de un ocular
Con el uso de oculares de distancia focal variable, es posible alcanzar muchos aumentos con su telescopio. Diferentes ocu- lares pueden usarse para alcanzar potencias más elevadas o bajas. Es muy común que un observador disponga de cinco o más oculares para acceder a un rango amplio de potencias. Ésto permite Al observador escoger el mejor ocular a utilizar según el objeto observado. Por lo menos para empezar, los dos oculares proporcionados bastarán perfectamente.
Independientemente del objeto que vaya a observar,, emp- iece siempre por insertar su ocular menos potente (distan- cia focal más grande) para localizar y centrar el objeto. Una potencia baja rinde un campo de vista amplio, lo cual mues- tra una sección más grande de cielo en el ocular. Ésto hace mucho más fácil adquirir y centrar un objeto. Si intenta buscar y centrar objetos con una potencia alta (campo de visión más estrecha), ¡es como buscar una aguja en un pajar! Una vez centrado el objeto en el ocular, puede cambiar a potencias más altas (ocular con menos distancia focal) si quiere. Es recomendable sobre todo para objetos pequeños y lumino- sos, como planetas y estrellas dobles. La Luna soporta bien las potencias elevadas.
Objetos del cielo profundo, sin embargo, normalmente se observan mejor a potencias bajas o medias. Esto se debe a que muchos de ellos son muy débiles, pero aún tienen cierta medida (anchura aparente). Los objetos del cielo profundo suelen desaparecer a potencias elevadas, puesto que la potencia más elevada rinde inherentemente imágenes más tenues. No obstante, no es el caso para todos los objetos del cielo profundo. Muchas galaxias son bastante pequeñas, sin embargo son algo luminosas y así las potencias elevadas pueden mostrar más detalles.
La mejor regla práctica sobre la selección de un ocular es la de empezar con una potencia baja con campo amplio de visión e ir aumentando la potencia. Si el objeto se observa mejor, intente con una potencia aun más elevada. Si el objeto se observa peor, reduzca un poco los aumentos con un ocu- lar de potencia baja.
Objetos astronómicos
Ahora que está preparado(a) y listo(a), una decisión crítica le espera: ¿Qué observar?
A. La Luna
Con su superficie rocosa y accidentada, la Luna es uno de los sujetos más interesantes y fáciles de observar con su telescopio. El mejor momento para observarla es durante sus
fases parciales cuando las sombras caen sobre los cráteres y las paredes de los cañones les ofrecen definición. Aunque la Luna llena puede parecer un blanco tentador, ¡no es óptima para la observación! La luz es demasiado luminosa y la defin- ición de la superficie demasiada baja.
Hasta en sus fases parciales la Luna es muy luminosa. Utili- zar un filtro lunar opcional ayuda a minimizar la luminosidad. Se atornilla fácilmente en la parte inferior del ocular. Encon- trará que el filtro lunar mejora su comodidad en la observa- ción y ayuda a resaltar las sutilidades de la superficie lunar.
B. El Sol
Puede transformar su telescopio nocturno en un telescopio diurno con la instalación sobre la apertura frontal del telesco- pio de un filtro solar opcional de apertura completa. La atrac- ción principal son las manchas solares, las cuales cambian de forma, apariencia, y lugar a diario. Las manchas solares se relacionan directamente con la actividad magnética del Sol. A muchos observadores les gusta dibujar estas manchas para seguir los cambios diarios del Sol.
Nota importante: No mire al Sol con ningún instru- mento óptico sin haber colocado un filtro solar profe- sional, podría causar daño ocular permanente. Además, asegúrese de cubrir el visor totalmente, o mejor aún, qui- tarlo.
C. Los planetas
A diferencia de las estrellas, los planetas no permanecen en el mismo lugar, así que, para encontrarlos, debe consultar el Sky Calendar en nuestra web OrionTelescopes.com, o bien utilizar el Object Locator IntelliScope. Venus, Marte, Júpiter, y Saturno son los objetos más luminosos del cielo después del Sol y la Luna. Su XTg puede mostrarle estos planetas con mayor detalle. Otros planetas pueden ser visibles, pero es más probable que tengan apariencia de estrellas. Puesto que los planetas son bastante pequeños en tamaño aparente, es recomendable utilizar los oculares opcionales de potencias elevadas para observaciones más detalladas. Generalmente, no todos los planetas son visibles al mismo tiempo.
Júpiter: Júpiter, el planeta más grande, es un sujeto genial para la observación. Puede ver el disco de este planeta gigante y observar las posiciones siempre cambiantes de sus cuatro lunas más grandes: Ío, Calisto, Europa, y Ganímedes. Los oculares de mayor potencia deben resaltar las bandas de nubes en el disco del planeta.
Saturno: El planeta de los anillos ofrece unas vistas impre- sionantes. El ángulo de inclinación de los anillos varía a lo largo de un período de muchos años; algunas veces son vistos de canto, mientras otras veces son vistos de lado y parecen como “orejas” gigantes a cada lado del disco de Saturno. Es precisa una atmósfera estable (buena visibili- dad) para una buena observación. Mire de cerca y usted debe ver la división de Cassini, una separación estrecha y oscura en los anillos. También debe ver una o más de las lunas de Saturno, que aparecen como estrellas débiles. La más luminosa es la luna Titán.
Venus: En su punto más brillante Venus es el objeto más luminoso del cielo, sin incluir el Sol y la Luna. ¡Es tan lumino-