Si se produce enmarañado, levante los dientes del suelo y pase la cultivadora marcha atrás durante unos cuantos pies. Esta acción de marcha atrás debe desprender una buena cantidad de desechos.

¡ADVERTENCIA! Antes de despejar los dientes a mano, detenga el motor, deje que todas las partes en movimiento se detengan y desconecte el cable de la bujía. Si no se observa esta advertencia se pueden producir lesiones personales.

Sugerencias y técnicas para la labranza

la profundidad de la labranza

¡ADVERTENCIA! Antes de la labranza, póngase en contacto con la compañía telefónica o de servicios y pregunte si se encuentra equipamiento o líneas subterráneas en su terreno. No realice labranza cerca de donde hay cables eléctricos, líneas telefónicas, caños o mangueras enterrados.

Esta es una cultivadora de “dientes que rotan en sentido contrario” (CRT). A medida que las ruedas tiran hacia adelante, los dientes rotan hacia atrás. Esto crea una acción de “gancho” de los dientes que cavan en profundidad, arrancando de raíz suelo y malezas. No sobrecargue el motor, pero cave lo más profundo posible en cada pasada. En pasadas posteriores, las ruedas pueden tender a girar en el fango blando. Ayúdelas levantando ligeramente el manillar (una mano, la palma hacia arriba, funciona con mucha facilidad).

Evite la tentación de hacer presión sobre los manillares para forzar a la cultivadora a cavar más profundo. Esto quita peso a las ruedas con potencia, haciéndoles perder tracción. Sin las ruedas para retener la cultivadora, los dientes intentarán propulsar la cultivadora hacia atrás, hacia el operador.

Al realizar tareas de labranza (rompiendo la superficie de suelo alrededor de las plantas para destruir las malezas, vea la Fig. 5-4), ajuste los dientes para cavar únicamente a una profundidad de 1” a 2”. La labranza a poca profundidad ayuda a evitar lesiones a las plantas cuyas raíces a menudo crecen cerca de la superficie. Si es necesario, levante los manillares ligeramente para evitar que los dientes caven demasiado profundo. (La labranza regular no sólo elimina malezas, sino que además afloja y airea el suelo para mejor absorción de la humedad y crecimiento más rápido de las plantas). Si se riega el área del jardín unos cuantos días antes de la labranza se facilitará esta tarea; también se contribuye permitiendo al suelo recién trabajado asentarse por uno o dos días antes de la pasada final, profunda, de la cultivadora.

Modelos de labranza sugeridos

Al preparar el lecho de siembra, recorra la misma senda dos veces en la primera hilera, luego traslape la mitad del ancho de la cultivadora en el resto de las pasadas. Vea la Fig. 5-5.

Figura 5-5

Cuando termine en una dirección, realice una segunda pasada en ángulo recto, según se muestra en la Fig. 5-6.

Traslape cada pasada para obtener mejores resultados (en terreno muy duro, puede ser necesario realizar tres o cuatro pasadas para pulverizar el suelo a fondo).

Figura 5-6

Sección 5 — Funcionamiento

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Figura 5-4