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Seguridad
Por ejemplo, podría usar un auricular y llevar el teléfono
inalámbrico lejos del cuerpo o usar teléfonos inalámbricos
conectados a una antena remota.
Reiteramos que los datos científicos no demuestran que
los teléfonos inalámbricos sean dañinos. Pero si le
preocupa la exposición a RF de estos productos, puede
usar medidas como las descritas arriba para reducir su
exposición a RF producto del uso de teléfonos
inalámbricos.
10. ¿Qué hay del uso de teléfonos inalámbricos por parte
de los niños?
La evidencia científica no muestra ningún peligro para los
usuarios de teléfonos inalámbricos, incluidos los niños y
adolescentes. Si desea reducir la exposición a la energía
de radiofrecuencia (RF), las medidas arriba indicadas se
aplicarían a niños y adolescentes que usen teléfonos
inalámbricos. La reducción del tiempo de uso de teléfonos
inalámbricos y aumentar la distancia entre el usuario y la
fuente de RF disminuirá la exposición a RF.
Algunos grupos patrocinados por otros gobiernos han
aconsejado que se desaliente el uso de teléfonos
inalámbricos del todo para los niños. Por ejemplo, el
gobierno del Reino Unido distribuyó volantes con una
recomendación similar en diciembre de 2000. Señalaron
que no hay pruebas de que el uso de teléfonos
inalámbricos cause tumores cerebrales u otros efectos
dañinos. Su recomendación para que se limitara el uso de
teléfonos inalámbricos por parte de los niños era
estrictamente precautoria, no estaba basada en ninguna
evidencia científica de que exista ningún riesgo para la
salud.
11. ¿Qué hay de la interferencia de los teléfonos
inalámbricos con el equipo médico?
La energía de radiofrecuencia (RF) de los teléfonos
inalámbricos puede interactuar con algunos dispositivos
electrónicos. Por este motivo, la FDA ayudó al desarrollo
de un método de prueba detallado para medir la
interferencia electromagnética (EMI) de los teléfonos
inalámbricos en los marcapasos implantados y los
desfibriladores. El método de prueba ahora es parte de un
estándar patrocinado por la Asociación para el avance de
la instrumentación médica (Association for the
Advancement of Medical Instrumentation, AAMI). El
borrador final, un esfuerzo conjunto de la FDA, los
fabricantes de dispositivos médicos y otros grupos, se
concluyó a fines de 2000. Este estándar permitirá a los